sábado, 9 de abril de 2016

Ideas locas para salvar el planeta

¿Quiénes son los locos? Aquellos que ven las cosas de un modo diferente o son aquellos que cambian las cosas.

Desde árboles artificiales al vertido de urea en el mar e incluso los parasoles de nubes contra el efecto invernadero. La revista americana Wired ha publicado algunas de esas ideas más espectaculares.


Las flatulencias y el estiércol del ganado representan el 5,75% del metano arrojado a la atmosfera. Si nos servimos un bistec somos tan culpables en la producción de anhídrido carbónico como el conductor que recorre 50 kilómetros. La solución: alimentar a las vacas con ajos.


Veamos algún otro ejemplo:
Rascacielos sobre los cuales crezcan los árboles

Con el fin de salvar el planeta se ha pensado convertir los rascacielos, símbolo del desarrollo metropolitano, en instrumentos propicios al medio ambiente. La idea es del Profesor Dickson Despommier, profesor de ciencias ambientales en la Universidad de Columbia, que ha proyectado rascacielos en el interior de los cuales al mismo tiempo que se puede producir energías renovables, se podrían cultivar productos de la tierra. En definitiva, puede nacer el agro-rascacielos.
Polvos anti-huracanes

Con el fin de enfrentarse al fuerte incremento de muchos fenómenos naturales, como los huracanes (que los científicos asocian con el fenómeno del calentamiento del planeta), bastaría con producir una rociada de polvo dirigida hacia la tormenta, según las manifestaciones del físico y experto en climatología, Daniel Rosenfeld.


Los árboles artificiales




Según las teorías del físico de la Universidad de Columbia, Klaus Leckner, los árboles artificiales no producen oxigeno, pero igual que las plantas verdes retienen el anhídrido carbónico.

Y también los árboles genéticamente modificados que crecen más deprisa y producen más follaje.

Paraguas de nubes contra el efecto invernadero

La idea es del físico estadunidense John Lathan y del ingeniero escocés Stephen Salter y consiste en potenciar las propiedades de los estratocúmulos rociándolos con agua marina que una vez evaporada, depositaría una manta de cristales salinos, haciendo las funciones de una enorme sombrilla o parasol. Al profesor Stephan Salter también ha inventado una máquina para hacer llover. Salter ha calculado que cientos de turbinas repartidas por las zonas calurosas del planeta podrían “fabricar” la lluvia necesaria para evitar las sequías.



Contaminación de los ecosistemas marinos

Contra la degradación de los ecosistemas marinos, una sociedad, como Planktos y Climos, defienden la urea –un compuesto químico- al objeto de reducir las emisiones de CO2.

Espejos en el espacio

Para luchar contra el calentamiento de la atmosfera.

Y también partículas disparadas al aire como ocurre después de una erupción volcánica para refrescar la Tierra.


Y la última idea salvadora: influir a nivel político contra la contaminación ambiental




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